¿Qué es el glaucoma?
l glaucoma es la causa principal de ceguera irreversible en el mundo y actualmente no tiene cura. En los pacientes con glaucoma, el exceso de líquido dentro del ojo se acumula y presiona el nervio óptico. Esta presión conduce a una pérdida irreversible de la visión. El glaucoma es un grupo de enfermedades, y las dos más frecuentes son el glaucoma primario de ángulo abierto y el glaucoma de ángulo cerrado. El glaucoma primario de ángulo abierto (POAG) es el tipo de glaucoma más frecuente. Por lo general, no hay signos ni síntomas de advertencia tempranos. En el POAG, el sistema de drenaje (malla trabecular) dentro del frente del ojo está obstruido. El líquido no puede circular y drenar con normalidad, lo que provoca un aumento de la presión intraocular. Si el POAG no se diagnostica ni se trata, puede causar ceguera gradual a lo largo de muchos años. Por lo general, el POAG responde bien a los medicamentos, especialmente si se diagnostica y trata en forma temprana.
El glaucoma de ángulo cerrado se produce cuando el iris está muy cerca del ángulo de drenaje en el ojo, y el ángulo de drenaje se bloquea. Cuando el ángulo de drenaje está bloqueado de esta manera, la presión ocular aumenta muy rápidamente en un “ataque agudo”. Los síntomas de un ataque de glaucoma de ángulo cerrado agudo incluyen dolor ocular intenso y visión borrosa repentina. Consulte a un oftalmólogo para obtener más información. La mayoría de las personas que tienen glaucoma de ángulo cerrado lo desarrollan lentamente, sin presentar síntomas antes de un ataque agudo. El glaucoma de ángulo cerrado puede provocar ceguera si no se trata. El algoritmo de tratamiento actual para el glaucoma de ángulo abierto comienza con medicamentos en gotas oftálmicas y procedimientos con láser (trabeculoplastia láser) antes de proceder a la cirugía para el glaucoma mínimamente invasiva. Si estos tratamientos mínimamente invasivos no reducen la presión lo suficiente, se utilizan opciones de tratamiento quirúrgico más invasivas, como la cirugía manual de referencia (trabeculectomía) y los implantes de derivación de tubo; sin embargo, las opciones disponibles actualmente implican riesgos importantes (como infección, formación de tejido cicatricial, obstrucción, etc.) de modo que sigue existiendo la necesidad de una solución alternativa más segura.